En esta sesión Liliana Silva, Business Development Representative, nos enseña los principios de la ISO 31000:2018, los principios básicos para la Gestión de Riesgos, estrategias de respuesta al riesgo que se pueden tomar después de la evaluación, las amenazas o riesgos negativos - positivos y las herramientas para el seguimiento y tratamiento de riesgos.
Tanto el seguimiento como el plan de respuesta a riesgos se deben revisar periódicamente. Esto es debido a que la gestión de riesgos es una tarea siempre vigente porque estos son dinámicos. Siempre tenemos que estar alerta ante la aparición de nuevos riesgos, al cambio de algunos de ellos, y, algunas veces, a la extinción de otros.
En este proceso cíclico, el plan de respuesta a riesgos debe atender a los resultados de la evaluación, que, a su vez, se fundamentan en la identificación precedente. Y reaccionar en consecuencia de modo proporcionado.
Antes de ver cómo implantar un Sistema de Gestión basado en esta norma, debemos tener claro cuáles son los principios en los que se basa. La norma ISO 31000 se basa en 8 principios que definen el alcance de la gestión de riesgos dentro de la organización, la forma en que debe realizarse esa gestión y el objetivo que se persigue con la gestión de riesgos.
- Integrada: es parte integral de todas las actividades de la organización.
- Estructurada y exhaustiva: este enfoque contribuye a resultados coherentes y comparables.
- Adaptada: El marco de referencia y el proceso de la gestión del riesgo se adaptan y son proporcionales a los contextos externo e interno de la organización relacionados con sus objetivos.
- Inclusiva: La participación apropiada y oportuna de las partes interesadas permite que se consideren su conocimiento, puntos de vista y percepciones. Esto resulta en una mayor toma de conciencia y una gestión de riesgo informada.
- Dinámica: Los riesgos pueden aparecer, cambiar o desaparecer con los cambios del contexto. La gestión del riesgo anticipa, detecta, reconoce y responde a esos cambios y eventos de una manera apropiada y oportuna.
- Mejor información disponible: Las entradas a la gestión del riesgo se basan en información histórica y actualizada, así como en expectativas futuras, se tiene en cuenta cualquier limitación e incertidumbre asociada con tal información y expectativas. La información debería ser oportuna, clara y disponible para las partes interesadas.
- Factores humanos y culturales: influyen considerablemente en todos los aspectos de la gestión del riesgo en todos los niveles y etapas.
- Mejora continua: proceso recurrente de optimización mediante aprendizaje y experiencia.
Las estrategias de respuesta al riesgo que se explican a continuación son adoptadas generalmente a nivel internacional, dentro del procedimiento de gestión de todo tipo de riesgos. Los profesionales experimentados en el área de riesgos las conocen y dominan su aplicación.
Los indicadores claves de riesgo, KRI por sus siglas en inglés (Key Risk Indicators), son variables que ofrecen información sobre alguno de los componentes de un riesgo en particular para determinar su potencial y de esta forma, poder tomar decisiones oportunas que ayuden a corregir posibles desviaciones que interfieren en el logro de los objetivos.
Los KRI pueden ser cualitativos o cuantitativos, además, deben estar alineados con el apetito de riesgo de la organización, es decir, la cantidad de riesgo que está dispuesta a aceptar, y deben considerar factores de riesgo internos y externos.
En la gestión de riesgos es importante definir e incorporar KRI porque:
Para una adecuada gestión de riesgos con KRI es recomendable que estos indicadores sean: