Lavado de dinero en medio de la pandemia
La situación de salud pública que vive el mundo desde hace ya casi dos años a causa del covid-19, además de generar grandes impactos sociales y económicos, ha representado un gran reto para los países, las instituciones reguladoras y en general las empresas a la hora de prevenir y enfrentar el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, delitos que se han transformado y adoptado nuevas estrategias.
Introducción
Con la pandemia, las técnicas y los métodos del lavado de dinero o blanqueo de capitales (delito que consiste en dar apariencia de legalidad a dinero proveniente de actividades ilícitas como el tráfico de drogas, la corrupción, el soborno o la trata de personas) se diversificaron y han generado nuevas amenazas y vulnerabilidades ante los sistemas de lucha y prevención contra este delito.
Ante esta situación, muchos de los controles que se han aplicado para evitar la materialización de este delito se han quedado cortos, por eso, organismos como el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica, GAFILAFT, creado para combatir el lavado de activos, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva, han solicitado a los países miembros y a las organizaciones revisar y actualizar de manera permanente las estrategias implementadas para prevenir estos delitos y así, evitar estar expuestos a sanciones y poner en riesgo la transparencia y reputación de la empresa por estar involucrados en actividades ilícitas de este tipo.
En este especial sobre lavado de dinero en medio de la pandemia te contaremos cuáles son los principales riesgos asociados al lavado de activos y financiación del terrorismo que se han identificado, también cómo está el lavado de dinero asociado al comercio, conocido como TBML (Trade Based Money Laundering), y cuáles son las buenas prácticas a tener en cuenta para luchar contra este.
Principales riesgos de lavado de activos
En medio de la pandemia que seguimos viviendo, algunos de los principales riesgos que se han identificado relacionados con el lavado de dinero y financiación del terrorismo, de acuerdo con GAFILAFT, son:
- Incremento de fraudes financieros y estafas. Los criminales han aprovechado la incertidumbre económica para llevar a cabo este tipo de acciones, por ejemplo, destaca el tráfico de medicamentos falsificados.
- El aumento de las operaciones financieras remotas ha sido aprovechado por delincuentes cibernéticos para realizar fraudes y delitos.
- Reducción en el número de reportes de operaciones sospechosas, así como retrasos en la obtención de información necesaria para investigaciones en curso. En México, por ejemplo, durante 2020 la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda recibió menos información sobre actividades vulnerables con respecto a 2019: esta unidad recibió 24.5 millones de reportes, un 13% menos que en el 2019.
- Aumento del reclutamiento de personas para apoyar a organizaciones criminales que generan recursos susceptibles de ser lavados. Esto se presenta por la falta de empleo de la gente y sus amplias necesidades económicas.
- Omisión de los controles dispuestos por las empresas para el adecuado conocimiento de los clientes y otras contrapartes debido al aumento del trabajo remoto.
- Riesgos relacionados con el uso indebido o abuso de las organizaciones sin ánimo de lucro, que durante la pandemia han incrementado su accionar.
Adicional a estos, otro riesgo que es importante considerar es el uso de activos digitales como las criptomonedas, que se han convertido en un medio eficaz para que los delincuentes hagan pasar como lícito el dinero obtenido a través de actividades ilícitas.
Frente a este panorama, son evidentes los retos que tienen tanto los países como las organizaciones para luchar cada vez contra estos delitos y, sin duda, la tecnología es una gran aliada en este sentido. Con herramientas tecnológicas como Pirani Riskment Suite, por ejemplo, las entidades pueden identificar, evaluar, controlar y monitorear este tipo de riesgos.
Situación del lavado de dinero en el comercio
Como ya mencionamos, las técnicas de lavado de dinero se han diversificado y han aparecido otros riesgos asociados a este delito.
Ahora, vamos a conocer un poco más sobre la actualidad que vive el sector comercial en la prevención de este, pues de acuerdo con el Grupo de Acción Financiera Internacional, GAFI, principal autoridad contra el lavado de activos, el lavado de dinero basado en el comercio, conocido como TBML por sus siglas en inglés, es una de las modalidades que más ha crecido en los últimos meses.
En términos generales, el TBML consiste en ocultar utilidades generadas de manera ilícita a través de transacciones comerciales para hacerlas pasar como legales; para realizar esto los delincuentes utilizan diferentes métodos, por ejemplo:
- Registro falso de bienes y servicios.
- Envío excesivo o insuficiente de bienes y servicios.
- Envíos fantasmas.
- Importaciones falsas.
- Empresas fachadas.
- Contrabando de productos.
- Manipulación de los precios.
- Sobre y subfacturación.
- Prácticas comerciales abusivas.
- Uso de terceros intermediarios que ingresan en las cadenas de suministro legítimas.
Algunos de los productos más utilizados para el lavado de dinero basado en el comercio son el oro, textiles, electrodomésticos, vehículos, e incluso, alimentos y medicamentos falsificados.
Según GAFI, este tipo de lavado de dinero incrementó durante la pandemia principalmente a causa de mejores redes logísticas que facilitan el intercambio de mercancías de forma rápida y a bajo costo y por el compromiso de las entidades financieras para prevenir el uso de sus plataformas para llevar a cabo este delito, razón por la que los delincuentes vieron en las cadenas de comercio tradicional un medio idóneo para hacer pasar como lícito el dinero generado a partir de actividades ilícitas.
Frente a esto, al igual que sucede en las entidades financieras, las empresas comerciales deben fortalecer sus medidas de debida diligencia y conocimiento de sus clientes, compradores locales y extranjeros, sus empleados, así como de los proveedores de sus materias primas o fabricantes para evitar que se materialice el lavado de dinero por medio de uno de los diferentes métodos utilizados en el comercio.
Buenas prácticas contra el lavado de dinero
Para prevenir y mitigar los riesgos que han surgido durante la pandemia asociados al lavado de dinero y para garantizar el adecuado funcionamiento de los diferentes sectores, el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica, GAFILAFT, también presentó algunas buenas prácticas y recomendaciones para dar respuesta a este delito.
Entre las medidas que deben tener en cuenta tanto los países miembros como las organizaciones públicas y privadas, se destacan las siguientes:
- Estar en permanente contacto con los entes reguladores, unidades de inteligencia financiera y autoridades para dar orientación de cómo aplicar y cumplir correctamente las regulaciones existentes sobre lavado de activos y financiación del terrorismo.
- Fortalecer el enfoque basado en riesgos en cuanto a la supervisión y prevención de estos delitos.
- Promover el uso adecuado y responsable de los servicios digitales financieros y no financieros.
- Realizar un mayor y mejor monitoreo de las transacciones financieras, principalmente las electrónicas y de orden internacional.
- Fomentar y utilizar la identidad digital para facilitar la identificación de los clientes en la incorporación y al realizar transacciones financieras y de activos virtuales.
- Implementar medidas y herramientas tecnológicas que permitan asegurar la debida diligencia basada en el riesgo que representan los clientes, al igual que los usuarios y los productos y servicios ofrecidos.
Adicional a estas, es clave incluir en los planes de continuidad de negocio de las empresas medidas adecuadas que permitan evitar o mitigar la materialización de los riesgos de lavado de dinero y financiación del terrorismo.
En conclusión, el delito de lavado de dinero sigue vigente, los delincuentes han encontrado y aplicado nuevas técnicas para pasar como legal dineros obtenidos ilícitamente, por eso, tal como señalan organismos internacionales como GAFI o GAFILAFT es necesario estar alertas, no bajar la guardia y fortalecer la cooperación internacional para compartir buenas prácticas que ayuden a evitar que situaciones como la pandemia que vivimos sigan siendo aprovechadas por los criminales para fortalecerse y volverse una mayor amenaza para los países y las empresas en general