Ninguna empresa, por consolidada que sea, está exenta del riesgo, al contrario, entre más grande y más operaciones tenga, la exposición es mayor. Por ello es tan importante identificar esas amenazas que podrían traer pérdidas por fallas en los procesos, la tecnología, la infraestructura, un error humano o por eventos externos.
Erika Benítez, experta en Gestión del Riesgo, dice que un método de análisis es tener técnicas para evaluar el riesgo de un proceso o proyecto. “Los métodos ayudan a tomar decisiones que permiten implementar medidas de prevención para evitar peligros potenciales o reducir su impacto”, resalta.
La experta cuenta que no existe una metodología única para gestionar los riesgos, pero recomienda combinar las técnicas, según el tipo de negocio, proceso o proyecto. En este artículo te explicamos tres métodos básicos que puedes utilizar para identificar los riesgos en tu empresa:
Muchas personas no sabrían por dónde empezar para identificar los riesgos de su compañía, por ello una forma sencilla es preguntarse qué pasaría si..? Por ejemplo, qué pasaría si este mes sube el dólar, qué pasaría si hay un alud de tierra donde estoy ubicado, qué pasaría si se daña la maquinaria, qué pasaría si falla un proceso interno o si hay una interrupción de energía.
Esta es una metodología sencilla y fácil de entender para cualquier gestor de riesgos. Generalmente se utiliza en la etapa de identificación, pero después puede complementarse con análisis más profundos para llegar a las causas, a través de otras técnicas adicionales.
Qué pasaría si… consiste en programar reuniones con colaboradores y sirve para hacer una lluvia de ideas con estas preguntas que ayudan a visibilizar las amenazas y a hacer una revisión exhaustiva de categoría de riesgos.
Esta metodología se utiliza para identificar posibles riesgos cuando el proyecto apenas está comenzando. El primer paso en el análisis preliminar de riesgos es identificar todas las actividades que forman parte de un proyecto o proceso, intentando reconocer los posibles problemas que se pueden enfrentar en cada fase.
Para ello, es necesario que dividas el proyecto en etapas, así tendrás una mirada más amplia de todos los posibles impactos que podría traer un determinado riesgo, desde los menos perjudiciales, hasta los más catastróficos.
En esta metodología, incorporamos información como descripción del riesgo, posibles causas, consecuencias e impactos para tomar cartas en el asunto .
Con estos datos se llena la tabla de registro:
Cuando tenemos combinación de esta clasificación (causas, frecuencia, consecuencias ,impacto), sabemos cuándo un riesgo es más probable y más grave que otro para priorizarlos en el plan de gestión.
Con estos criterios los riesgos se clasifican en:
Para llevar a cabo esa priorización, es conveniente utilizar una matriz de riesgo, que puedes hacer fácil y rápidamente con un software como Pirani Risk, que te ayuda a simplificar los procesos de Gobierno, Riesgo y Cumplimiento. Comienza a usarlo sin costo dando clic en el botón.
El objetivo de esta técnica es llegar al fondo de los riesgos, es decir, a la causa raíz de un problema específico, descartando las respuestas más inmediatas y superficiales.
Así como los niños preguntan sobre el por qué de asuntos aleatorios, este método de análisis de riesgo es una indagación que consiste en formular preguntas iterativas sobre un problema determinado.
Esta metodología de riesgo debe desarrollarse en grupo. En primer lugar se plantea el problema,después se pasa a la formulación de preguntas y finalmente, a partir de las respuestas, se encuentra la causa raíz.
Ejemplo
Tras describir las técnicas, la experta explica los beneficios de identificar los riesgos. Entre ellos, aumenta la probabilidad de alcanzar los objetivos; fomenta la gestión proactiva; ayuda a cumplir con los requisitos legales y con las normas internacionales; mejora la presentación de informes obligatorios y voluntarios; así como el gobierno corporativo y los controles internos, este último muy útil para detectar pérdidas y adelantarse a las soluciones.
Gestionar los riesgos también ayuda a establecer una base confiable para la toma de decisiones y la planificación; mejora la eficiencia y la eficacia corporativa; incrementa el desempeño de la salud y la seguridad; así como la protección ambiental; mejora la prevención de pérdidas, la gestión de incidentes y el aprendizaje organizacional.