La imagen corporativa es el activo más importante de cualquier empresa. Si una organización es percibida positivamente por el público, crece el nivel de confianza y se fortalecen las relaciones comerciales e institucionales.
Por eso, la gestión del riesgo reputacional y los riesgos asociados a ella constituyen uno de los principales desafíos de cualquier entidad.
El riesgo reputacional es aquel que se produce por una percepción desfavorable de la imagen de una empresa por parte de clientes, accionistas, proveedores o entes reguladores. Sin embargo, hay ciertos riesgos operativos, generados por fallas en procesos, tecnología, infraestructura, recurso humano o por la ocurrencia de acontecimientos externos, que tienen un mayor impacto que otros en la percepción del público.
Contar con una buena gestión ayuda a proteger la imagen corporativa y evita que la credibilidad de la compañía se vea afectada al grado de generar pérdidas económicas. Con el software de gestión de riesgos Pirani Risk tu empresa pueden gestionar de manera eficiente los riesgos reputacionales a los que están expuestos, pues te permite identificar este tipo de riesgos, medirlos, controlarlos y crear planes de acción que ayuden a evitarlos o mitigarlos.
También, es importante reconocer cuáles son aquellos riesgos más proclives a afectar la reputación para que conozcas cómo debes actuar en caso de que se produzcan y se divulguen. Aquí te explicamos cuatro de estos.
El fraude, el conflicto de intereses o la alteración de los reportes contables o financieros son prácticas que el público externo suele calificar severamente. Para evitarlo es fundamental establecer pautas de control interno que ayuden a identificar y evitar riesgos futuros. De esa forma, se aumenta la confianza hacia fuera y se preserva la buena imagen de la compañía.
Una buena práctica es instaurar un código de ética y de conducta claro, que defina los objetivos y los principios de la empresa. Asimismo, es conveniente hacer auditorías y establecer un canal de denuncias para que se pueda reportar cualquier anormalidad en los procesos internos.
Las organizaciones pueden ver su imagen afectada por tener relaciones con empresas o personas naturales envueltas en actos delictivos. Por tanto, es fundamental que analice el perfil de las empresas o personas naturales con las que va a establecer algún tipo de relación, ya sea como proveedores, clientes o empresas asociadas.
Ten en cuenta las siguientes pautas al momento de hacerlo:
Recibir continuos reclamos sobre la calidad o la seguridad del producto o del servicio que ofreces puede generar un desgaste en la imagen de tu marca.
El control de calidad permite identificar las áreas y los procesos que son propensos a situaciones de riesgo para que puedan ser intervenidos de manera oportuna.
Incurrir en el incumplimiento de regulaciones o en prácticas consideradas como no éticas perjudica la percepción que las personas tienen sobre la marca.
En ese sentido, es importante tomar medidas para garantizar el cumplimiento de los derechos laborales de sus empleados o para prevenir prácticas que atenten contra el medio ambiente.
Este punto también está relacionado con el anterior, pues a través del control de calidad puedes asegurar que tu compañía cumpla con normas de salud, higiene, seguridad, y de que cuide la información personal de sus clientes y proveedores.
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