Es de vital importancia que las empresas, sin importar su tamaño, razón social o modelo de negocio, tengan en cuenta que se debe contar con una gestión de riesgos, y para esto es necesario conocer a cuáles se encuentra expuesta.
Esto se puede hacer a través de del plan de tratamiento de riesgos de seguridad de la información, con el fin de contar con una estrategia que le permita actuar de manera inmediata en caso de que la institución se llegue a ver involucrada en un ataque cibernético.
Existen algunas medidas que las organizaciones deben tener en cuenta para que estén seguras y para esto deben estar en la capacidad de actuar inmediatamente cuando se detecten actividades sospechosas o que puedan poner en riesgo la información de la organización.
Contar con el manejo de buenas prácticas para gestionar los riesgos cibernéticos es muy importante, ya que se debe garantizar la protección de datos porque de no ser así se puede convertir en un grave problema que puede afectar el cumplimiento de los objetivos de la compañía.
Hay que tener en cuenta que no solo se trata de implementar un antivirus, sino, por el contrario, deben acatar otro tipo de medidas que ayudarán a prevenir los riesgos.
Es aquí cuando se hace tan importante el plan de tratamiento de riesgos de seguridad de la información, pues permite evaluar, proteger y ser una herramienta de apoyo durante la identificación de diferentes medidas de seguridad.
Básicamente, su función principal es la de apoyar los procesos del negocio y que a su vez están trabajando en pro de los objetivos generales de la compañía.
Para esto se deben contar con herramientas tecnológicas que permitan identificar los riesgos que se pueden presentar en cada una de las áreas, cuáles son los puntos en donde la información está más vulnerable, en donde se puedan presentar fallas y donde pueda ser alterada la confiabilidad.
Las actividades que debe tener en cuenta para hacer el plan de tratamiento de riesgos de seguridad son:
Para esto tenga efecto positivo se debe actuar, planear, verificar y hacer.
Se debe definir quienes serán los responsables de cada área y a su vez quienes serán los líderes del proyecto con el fin de que comenzar a programar cómo será la implementación de las fases del plan de tratamiento.
Son de vital importancia, ya que ellos son los guías del proyecto, son quienes explican y definen la metodología que contienen los riesgos que se identificaron y que serán agregados a la matriz de riesgos.
Se hará el reconocimiento de los riesgos de información a los que está expuesta la compañía, se evaluará el nivel de impacto de cada uno de ellos dentro de la organización, la probabilidad de que puedan ocurrir y definir los controles que se van a ejecutar para ver medir el nivel del riesgo.
Se revisa la eficacia de los controles que servirán para calcular el riesgo residual.
Esta herramienta es fundamental, ya que es aquí en donde se deben colocar cada uno de los riesgos con el fin de que se pueda revisar el comportamiento de cada uno de ellos una vez se apliquen los controles.
Se definirá cuál será el plan de acción que van a llevar a cabo con el fin de prevenir los riesgos y en caso de que no se pueda evitar se logre mitigar en el momento oportuno.
Este se debe realizar constantemente con el fin de verificar si las estrategias establecidas son las adecuadas para la gestión de riesgos y en caso de que no estén surtiendo efecto, buscar otro tipo de soluciones que contribuyan a tener un sistema exitoso.
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