Para contar con una adecuada metodología de análisis para la gestión de riesgos, es importante determinar cuáles son los posibles eventos que se pueden presentar, contar con un plan de acción que permita mitigarlos o disminuirlos y si es posible eliminarlos. Diseñar un mapa de riesgos y contar con indicadores que ayuden en la ejecución de la estrategia.
Anteriormente, las organizaciones tenían la percepción de que los tipos de riesgos se solucionaban dejándolos a un lado o excluyéndolos de las actividades internas, pues era visto como una amenaza letal, pero notaban que los resultados no eran los esperados y que llevar a cabo esta práctica dificultaba el cumplimiento de los objetivos.
Gracias a esta necesidad fue que el componente de la gestión de riesgos se convirtió en algo indispensable dentro de las organizaciones y contar con un plan de acción para darle un mejor manejo se incorporó como un elemento fundamental.
En la actualidad existen unos componentes claves para la gestión de riesgos de todo tipo.
Identificar los posibles tipos de riesgos que se puedan presentar, para crear métodos de análisis que permita prevenir que se presente y en caso tal de que se dé, que se pueda reducir su impacto.
Es importante saber de donde proviene, su origen, cuál sería su extensión, intensidad y si este puede ser recurrente.
Por otro lado, se debe agregar el grado de amenaza que tendría dentro de la compañía, cuál va a ser la capacidad de respuestas y en cuanto tiempo se atenderá a la problemática.
Una buena práctica en los métodos de análisis es plantearse posibles escenarios, esto permite adelantarse a los hechos y estar preparados para enfrentarlos con las medidas y herramientas adecuadas.
Una vez se tenga el análisis y el plan de acción que se va a llevar a cabo, se recomienda tener en el mapa de gestión de riesgos una pestaña que indique como se va a realizar la reducción del riesgo, es decir, plantear las posibles soluciones que ayudarán a que se prevenga o mitigue.
En caso tal de que el riesgo se presente y afecte de manera directa, la organización es importante entrar rápidamente en el proceso de recuperación y tomar el riesgo como una oportunidad para hacer mejoras y evitar que vuelva a suceder, si se refiere a un riesgo que ya no depende netamente de la empresa y de su manejo, por lo menos tener la posibilidad de actuar con mayor rapidez y eficacia en el momento de que se vuelva a dar.
Este ítem se divide en tres partes:
Contar con este tipo de matrices hace que se pueda reconocer de manera rápida y eficaz los tipos de riesgos a los que puede estar expuesta la organización. Allí también se deben condensar las estrategias que se establecieron para la gestión de riesgos y cuál va a ser la forma de implementarla, para lograr mitigar o prevenir los daños que se puedan presentar.
Para diseñarla se deben seguir los siguientes pasos:
Para realizar estas evaluaciones es importante plantearse las siguientes preguntas:
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