Antes de detallar los principios propuestos por el Comité de Basilea, lo primero que se debe tener en cuenta es que cualquier inestabilidad en el sistema financiero de una nación puede poner en peligro las finanzas internas y externas.
Partiendo de esto, el Comité de Basilea creó unos principios básicos, que son el marco de normas internacionales que permiten contar con una adecuada gestión en la supervisión bancaria y fortalecer el sistema financiero de cada uno de los países.
Basilea recomienda aplicar estos principios básicos en la banca para generar estabilidad y a su vez, permitir el desarrollo de sistemas de supervisión eficientes.
Una de las ventajas obtenidas tanto por los países como las entidades financieras que ponen en práctica esto, es que han logrado identificar las deficiencias y saber en qué se deben enfocar principalmente para contar con una gestión eficaz.
Hay 25 principios básicos recomendados por Basilea y enfocados en la eficacia de la banca. Estos principios están divididos en dos grupos: uno está dirigido a las potestades, atribuciones y funciones de los supervisores y el otro, a las regulaciones y requisitos prudenciales que deben cumplir los bancos.
Para la gestión del riesgo operacional, principio número 15, una buena práctica es contar con herramientas tecnológicas, por ejemplo un software de gestión de riesgos como Pirani, que entre otras funcionalidades permite a las entidades identificar, evaluar, controlar y monitorear de una manera simple, ordenada y eficiente este tipo de riesgos.
Gracias a la metodología de evaluación propuesta por el Comité de Basilea, los países pueden evaluar los sistemas de supervisores que existen, así como también reconocer posibles mejoras en diferentes aspectos en los que no estén siendo eficientes como esperaban.