Al igual que las entidades financieras tradicionales (bancos y aseguradoras) gestionan los riesgos a los que están expuestas, las empresas del sector fintech también deben hacerlo para asegurar su adecuado funcionamiento y su sostenibilidad en el tiempo.
En este artículo te contamos por qué es importante que las empresas fintech tengan en cuenta la gestión de riesgos dentro de sus procesos, cuáles son los principales riesgos que pueden afectarlas y qué deben tener en cuenta para realizar una buena gestión de riesgos.
Las fintech, es decir, aquellas empresas que utilizan nuevas tecnologías para ofrecer a los usuarios nuevos productos y servicios financieros de manera eficiente y cómoda y facilitarles diferentes tipos de trámites, han crecido y se han posicionado en la región durante el último año.
Según Latam Fintech Hub, actualmente existen 2.301 fintech en Latinoamérica que ofrecen servicios como pagos electrónicos, préstamos, billeteras digitales, compra y venta de títulos financieros, asesoramiento, seguros, entre otros.
Además, durante el primer semestre de 2021, de acuerdo con un estudio publicado por esta misma entidad, las empresas fintech de la región recaudaron un total de 7.559 millones de dólares en 182 rondas de financiación, lo que demuestra el potencial que tiene este tipo de negocios en el mercado, que gracias a su accesibilidad y flexibilidad en la oferta de sus servicios seguirá creciendo y llegando a nuevos usuarios, especialmente a esas personas desatendidas por las entidades tradicionales.
Teniendo en cuenta el crecimiento que tiene el sector fintech, no solo en Latinoamérica, sino en el mundo, es necesario que estas empresas también gestionen de manera consciente y constante los diferentes riesgos a los que se ven expuestas, por ejemplo, riesgos de fraude y de ciberseguridad.
Es importante que las fintech incluyan la gestión de riesgos dentro de sus procesos estratégicos porque hacerlo les permite estar preparadas para enfrentar cualquier situación de riesgo que pueda generar impactos en sus operaciones, sus finanzas, su reputación e incluso, su continuidad.
En otras palabras, gestionar riesgos en estas empresas, al igual que sucede en las entidades tradicionales, permite ofrecer a los usuarios servicios seguros, de calidad y sustentables, y evitar multas, sanciones, pérdidas económicas y, por supuesto, afectaciones a la reputación y credibilidad.
Entre los diferentes tipos de riesgos que las fintech deben considerar, se destacan los riesgos de fraude, protección de datos personales (privacidad de los clientes) y ciberseguridad, al igual que los riesgos asociados al cumplimiento normativo (cada país tiene sus propias regulaciones y estas pueden cambiar o actualizarse en cualquier momento), operacionales, financieros (de mercado, crédito o liquidez), legales y reputacionales.
Con respecto a los tres primeros tipos de riesgos, vale la pena mencionar que:
Adicional a los anteriores, otro riesgo que se debe considerar es el riesgo de modelo de negocio, que consiste en la posibilidad de que alguno de los algoritmos que utiliza la fintech para la ejecución de sus servicios funcione como no es.
Para una adecuada gestión de riesgos en las fintech es importante:
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