Gestión de riesgos de seguridad física en el sector retail

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Creado el:   febrero 09, 2022
Actualizado el:   junio 24, 2024
Gestión de riesgos de seguridad física en el sector retail
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Gestión de riesgos de seguridad física en el sector retail

Las grandes superficies y almacenes de cadena están expuestas a diferentes riesgos que pueden afectar su normal operación, su continuidad y generar considerables pérdidas.

En este artículo te contamos sobre los principales riesgos asociados a su seguridad física y qué hacer para gestionarlos adecuadamente.

Pero antes de detallar en qué consisten los riesgos de seguridad física que pueden presentarse, es importante tener claridad sobre lo que es una gran superficie o almacén de cadena. 

Cuando hablamos de este tipo de negocios, nos referimos a aquellos que ofrecen en un mismo espacio una gran variedad de mercancías como alimentos y bebidas, artículos de aseo, electrodomésticos, textiles, mobiliarios, entre otros. Además, se caracterizan por estar organizados en secciones y por el autoservicio: el cliente / consumidor busca y elige lo que necesita. 

Ahora sí, veamos cuáles son los riesgos en seguridad física que enfrentan estas empresas del sector retail. 

Riesgos de seguridad física 

Como cualquier otra organización, las grandes superficies y almacenes de cadena deben tener claridad de cuáles son los riesgos, amenazas y vulnerabilidades que podrían poner en peligro no solo su operación, sino también su reputación y su continuidad. 

Entre estos, es importante gestionar de manera constante y adecuada aquellos relacionados con la seguridad física, como lo son:

  1. Riesgos laborales. Son todos aquellos que pueden afectar la integridad y salud de los colaboradores, por ejemplo, caídas, cortes, accidentes durante la manipulación de cargas, sobreesfuerzos, riesgo eléctrico, entre otros. 

  2. Pérdida o merma desconocida. Se refiere a la disminución en el inventario de productos, bien sea por el hurto de estos por parte del personal interno, por parte de clientes y consumidores (externos) o por errores administrativos o de los proveedores. 

  3. Fraude y estafa. Tiene que ver con acciones malintencionadas por parte de delincuentes que buscan un beneficio y lucro económico, engañando y perjudicando al personal del almacén. Igualmente, puede, haber fraudes financieros al interior de la empresa.

  4. Vandalismo. Puede presentarse, principalmente, en medio de protestas y manifestaciones sociales y se materializa a través de daños o destrucciones intencionadas a la infraestructura y bienes físicos de las grandes superficies. Ejemplo de esto es el daño a ventanas y puertas, grafitis en las fachadas, etc.
     
  5. Extorsión. Es importante considerar este riesgo porque, dada la cantidad de dinero que pueden llegar a manejar las grandes superficies y almacenes de cadena, los delincuentes pueden extorsionarlos y amenazarlos con alguna acción criminal (secuestro de personal, daños físicos) si no pagan el dinero exigido. 

  6. Riesgos en bodegas y almacenes. Son aquellos que perjudican las mercancías, pueden deteriorarlas o inutilizarlas, por ejemplo, un incendio, una inundación, un corte eléctrico, una mala manipulación de los empaques o ineficiencias en la gestión y rotación del stock. 

Gestión de riesgos según la norma ISO 31000

¿Cómo gestionar estos riesgos?

Como ocurre con otro tipo de riesgos, los riesgos relacionados con la seguridad física de las grandes superficies y almacenes de cadenas deben ser gestionados de manera constante y adecuada, es decir, cumpliendo cada una de las etapas que conforman el sistema de gestión de riesgos según la norma ISO 31000.

De esta forma, es clave:

  1. Identificar cada uno de los riesgos a los que está expuesta la superficie o almacén.

  2. Analizar y evaluar los riesgos, es decir, determinar cuál es probabilidad de ocurrencia de cada uno de estos y cuál es el impacto que tendrían en caso de materializarse.

  3. Controlar los riesgos a través de acciones que permitan disminuir la probabilidad o el impacto si se presentan. Algunas acciones que podrían implementarse para controlar el riesgo de merma desconocida, tanto por parte de personal interno como externo, son reforzar los sistemas de seguridad electrónica, los controles de acceso, la vigilancia, tener una mejor iluminación, entre otros. 

  4. Monitorear los riesgos, esto es, realizar un seguimiento periódico de cómo están los riesgos para conocer si hay nuevos riesgos que se deben incluir en la matriz, si hay que reforzar algún control o implementar unos nuevos. Esta etapa es fundamental porque permite la mejora continua de la gestión de riesgos.  

Nueva llamada a la acción

Y para que la gestión de este tipo de riesgos sea más eficiente y efectiva, nuestra recomendación es contar con el apoyo de una herramienta tecnológica como Pirani.

Con este software podrás administrar fácilmente los riesgos, asociarlos a procesos, crear planes de acción y generar informes para ver su evolución y con esta información tomar decisiones de manera oportuna para garantizar un buen funcionamiento de la seguridad y así, de su operación y continuidad.   

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