En la identificación, evaluación, control y seguimiento de los diferentes riesgos a los que se ve expuesta una empresa, es clave incluir los riesgos de tipo legal, pues el incumplimiento de normativas u obligaciones contractuales puede significar tanto pérdidas monetarias (multas y sanciones) como pérdidas no monetarias (pérdida de la reputación).
En este artículo te contamos de qué se trata el riesgo legal, por qué es importante gestionarlo adecuadamente, los tipos de riesgo legal que existen y te damos algunas recomendaciones para su gestión en tu organización.
En términos generales, el riesgo legal se refiere al incumplimiento de leyes, normativas y regulaciones de diferente tipo que son emitidas por los gobiernos de cada país y por otras entidades, por ejemplo, las superintendencias que regulan y controlan el funcionamiento de las empresas. Este puede presentarse tanto por el desconocimiento de una ley o normativa en particular como por la omisión intencional de esta.
Igualmente, el riesgo legal tiene que ver con el incumplimiento de contratos y acuerdos comerciales con terceras partes.
En ambos escenarios, la materialización de este riesgo puede significar multas y sanciones, es decir, pérdidas económicas que pueden llegar incluso a poner en riesgo la continuidad del negocio.
Además, en el caso de incumplimiento contractual puede representar demandas que no solo afectarán los estados financieros de la empresa y su nivel de productividad, sino también su reputación y credibilidad en el mercado.
Por todo esto, de acuerdo con Luis Felipe Perdomo, especialista en riesgos y seguros, es necesario que todas las empresas consideren dentro de su matriz de riesgos los que son de tipo legal.
"Los riesgos legales pueden llegar a tener un gran impacto en la estrategia de negocio, por eso, al gestionarlos es posible prevenir y mantener el control de reclamaciones o sanciones que pueden darse por el no conocimiento o incumplimiento de normativas o por un inadecuado manejo contractual", explica Luis Felipe.
Como mencionamos, el riesgo legal puede darse principalmente por el incumplimiento de leyes o normativas así como por el incumplimiento de contratos y acuerdos.
Sin embargo, además de estos, que son de tipo regulatorio y contractual, existen otros riesgos legales que es importante conocer y considerar en las empresas:
Este tipo de riesgo legal se presenta sin que la empresa haya firmado un acuerdo con un tercero, pues puede ocurrir, por ejemplo, que una persona externa a la organización viole los derechos de autor y de propiedad de un producto o servicio, ante esto, la empresa entabla una demanda en contra de este.
Así mismo, puede darse que la demanda sea en contra de la empresa, entre otros casos por daños o perjuicios a un consumidor por el uso de un producto o por un servicio mal prestado.
Para prevenir este tipo de demandas, es importante que la empresa proteja el valor de sus activos tangibles e intangibles de cualquier daño y que se asegure de que estos no representan ningún daño en el corto y largo plazo para nadie.
Es similar al riesgo regulatorio que tiene que ver con el cumplimiento de leyes y normativas, cambio en las legislaciones o presentación de nuevas leyes, pero también considera las políticas y prácticas internas que se establecen para el adecuado funcionamiento de la empresa y que al no cumplirlas puede significar inconsistencias y errores que afecten la operación, la reputación y el nombre de la organización.
Este tipo de riesgo legal consiste en la posibilidad de que una empresa enfrente litigios con clientes, proveedores o colaboradores por motivos tan diferentes como insatisfacción con un producto o servicio, lesiones o daños por el uso de un producto, despidos injustificados, entre otros. Al estar en una situación como esta, la empresa puede disminuir su productividad y tener un gasto económico elevado.
El riesgo constitutivo puede presentarse en la constitución legal de la empresa, mientras que el riesgo extintivo tiene que ver con quiebras, ventas o liquidaciones.
Adicional a estos, es importante recordar que el riesgo de tipo contractual puede darse por deficiencias en los contratos, falta de claridad en las condiciones y cláusulas de este, etc.
Para una efectiva gestión del riesgo legal en la organización, Luis Felipe Perdomo recomienda seguir estas tres acciones:
Sumado a estas acciones, para la gestión del riesgo legal es importante:
Con Pirani empresas como la tuya pueden hacer más simple la gestión de riesgos operativos, legales, entre otros; así mismo, con el módulo de Compliance pueden garantizar el cumplimiento normativo de regulaciones locales, nacionales e internacionales.
Por eso, independiente del tipo de empresa o negocio en el que se esté, los riesgos legales deben ser considerados parte integral de este y no pueden ser ignorados, hacerlo, como mencionamos anteriormente, puede representar pérdidas financieras y no financieras, incluso, el cierre del mismo.