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Mapa de Calor: Optimiza la Gestión de Riesgos

Escrito por Ingrid Londoño | octubre 13, 2022

En un mundo globalizado en el que la inestabilidad implica cada vez más incertidumbre y con esta mayor probabilidad de riesgos para las organizaciones, una herramienta útil para gestionar y controlar los riesgos de forma adecuada es el mapa de calor.

El reto es minimizar el impacto y mitigar los daños asociados a todo tipo de riesgos: operativos, reputacionales y estratégicos. Para esta misión, el mapa de calor, también conocido como mapa de riesgos, es clave para tener una visual clara de cuáles son los riesgos específicos a los que se enfrenta la organización.

En este artículo conocerás de qué se trata esta herramienta y de qué manera puede aportar en la optimización del sistema de gestión integral de riesgos de tu organización.

Beneficios de Usar Mapas de Calor en la Gestión de Riesgos

1. Visualización Clara y Concisa: Los mapas de calor permiten a los responsables de la toma de decisiones visualizar de un vistazo los riesgos más críticos. Los colores, que suelen variar desde el verde (bajo riesgo) hasta el rojo (alto riesgo), ayudan a identificar rápidamente dónde se deben centrar los esfuerzos de mitigación.
2. Prioritización Eficiente: Al clasificar los riesgos según su probabilidad e impacto, los mapas de calor ayudan a priorizar las acciones necesarias para mitigar o evitar los riesgos más significativos. Esto asegura que los recursos se utilicen de manera eficiente, enfocándose en las áreas de mayor vulnerabilidad.
3. Facilita la Comunicación: Los mapas de calor son una herramienta efectiva para comunicar riesgos a diferentes partes interesadas, incluidas aquellas que no están familiarizadas con la jerga técnica de la gestión de riesgos. Al ser visuales, son fácilmente comprensibles por todos los niveles de la organización.

4. Monitoreo y Evaluación Continuos: Una vez que se ha creado un mapa de calor, puede actualizarse regularmente para reflejar cambios en el entorno de riesgos de la organización. Esto permite un monitoreo continuo y la reevaluación de estrategias, garantizando que la gestión de riesgos se mantenga alineada con los objetivos empresariales

Cómo Crear un Mapa de Calor para la Gestión de Riesgos

1. Identificación de Riesgos: El primer paso es identificar los posibles riesgos que podrían afectar a la organización. Estos pueden ser tanto internos como externos, e incluir factores financieros, operativos, legales, tecnológicos, entre otros.
2. Evaluación de Probabilidad e Impacto: Cada riesgo identificado debe evaluarse en términos de su probabilidad de ocurrencia y su impacto potencial. Esto generalmente se hace utilizando una escala numérica (por ejemplo, de 1 a 5) para cada dimensión.
3. Asignación de Colores: Con base en la evaluación de probabilidad e impacto, se asignan colores a cada riesgo. Los riesgos con alta probabilidad y alto impacto suelen marcarse en rojo, mientras que los de baja probabilidad e impacto se marcan en verde.
4. Análisis y Plan de Acción: Una vez que el mapa de calor está completo, se analizan los resultados para desarrollar un plan de acción. Esto puede incluir la mitigación de riesgos, la transferencia de los mismos (por ejemplo, a través de seguros) o la aceptación de ciertos riesgos que no son críticos.

¿En qué consiste un mapa de calor?

Según SearchDataCenter, un mapa de calor de riesgo consiste en una matriz con dos ejes, donde el eje Y representa la probabilidad de frecuencia del riesgo y el eje X representa el impacto que puede tener el mismo.

El mapa se representa gráficamente ubicando los riesgos en un cuadrante, dependiendo de la probabilidad de que determinado riesgo pueda ocurrir y el impacto cuantitativo o cualitativo que se produce en caso de que se materialice el riesgo:

El anterior ejemplo muestra un mapa de riesgos en el que se tienen:

1. Daño por tormentas (riesgo operacional).
2. Ciberataque y robo de información (riesgo operacional).
3. Comentario negativo en redes sociales (riesgo reputacional).
4. Número significativo de clientes cambiándose a la competencia (riesgo estratégico).

Una adecuada estructuración del mapa de riesgos ayuda a mejorar el modelo de evaluación de riesgos de la compañía. Para esto es necesario en primer lugar identificar detenidamente los riesgos inherentes a la organización y analizar qué eventos tanto externos como internos están ocasionando dichos riesgos.

Los riesgos identificados deben ser evaluados, estimando con qué frecuencia podrían aparecer y cuál es el impacto estimado a nivel financiero, reputacional y estratégico.

Con Pirani puedes crear en pocos pasos la matriz de riesgos de tu organización, definiendo las escalas de probabilidad e impacto y podrás visualizar tanto los riesgos inherentes como residuales en el mapa de calor y tomar decisiones oportunas a partir de esto.

¿Cómo optimizar la GIR con esta herramienta?

El mapa de calor facilita la toma de decisiones en todo tipo de proyectos y organizaciones, ya que refleja cuáles son los riesgos más representativos de cada objetivo planteado en los procesos de planeación estratégica. 

La optimización del sistema de gestión integral de riesgos se logra a partir de esta herramienta pues permite priorizar las acciones de acuerdo a la clasificación del mapa.

Esta herramienta es un gran aliado de los jefes de cumplimiento o analistas de riesgo, ya que permite administrar adecuadamente los recursos, enfocando tiempo, dinero y personal en aquellos riesgos que pueden resultar más dañinos para el logro de los objetivos de la organización a corto, mediano y largo plazo.

Para aprovechar al máximo la construcción del mapa de riesgos, este debe ser difundido a toda la organización, de modo que se genere un diálogo entre todos los departamentos y haya una consciencia colectiva sobre las prioridades a la hora de prevenir los riesgos.

Creando una cultura orientada a mitigar los riesgos es posible que el mapa sea clave para que cada área de la organización entienda su papel dentro de la prevención y también comprenda la interrelación que existe cuando ocurre un riesgo. Un ejemplo que ilustra esto es que si un área operativa se enfrenta a un riesgo de alto impacto, este puede afectar a otro negocio estratégico de la organización en la misma medida.

De acuerdo a EALDE Business School, en el mapa o matriz de riesgos tiene cabida la toma de decisiones planteadas por la empresa como respuesta a los riesgos, ya que pueden asumir, reducir o transferir los mismos dependiendo de su probabilidad y su impacto.