La gestión del talento humano y la cultura organizacional se han visto afectadas en muchas empresas a causa del trabajo en remoto. En este artículo te contamos por qué es importante que las áreas de riesgos las tengan en cuenta en el 2022.
Por la pandemia, las empresas no solo se vieron enfrentadas a pérdidas económicas, cese de actividades y cierres, sino que también debieron enfrentar una realidad para la que muchas aún no estaban preparadas: el trabajo en remoto o teletrabajo.
Y si bien esta fue la mejor solución para que organizaciones de varios sectores económicos continuaran con sus actividades, evitaran el despido masivo de colaboradores e, incluso, generaran nuevas oportunidades, el haberse dado de forma acelerada causó y sigue causando diferentes impactos, tanto en el talento humano como en la cultura corporativa.
Por ejemplo, en el capital humano ha tenido consecuencias en la salud mental, debido a aspectos como el estrés, ansiedad, exceso de trabajo, hiperconectividad, falta de interacción con otras personas, falta de planeación y dificultad para conciliar la vida laboral con la vida personal y familiar, entre otros.
Sin embargo, esta modalidad de trabajo también ha representado para muchas personas mayor productividad y eficiencia en sus labores, así como más empoderamiento, seguridad y autonomía. Todo esto contribuye al logro de los objetivos de la organización.
En cuanto a los impactos que ha generado en la cultura organizacional, es importante mencionar que aunque las áreas de talento humano se han transformado para cumplir con el propósito de su gestión (la atracción, la retención y el desarrollo de los colaboradores) y garantizar el bienestar de todos los trabajadores, en muchos casos se ha perdido el sentido de pertenencia y los valores que identifican a la empresa.
Debido a las características del trabajo en remoto y el dinamismo del mercado laboral, hoy las empresas tienen grandes desafíos en cuanto a la adquisición, retención y crecimiento de su capital humano, además, por la falta de interacción social entre compañeros, aspectos como la cultura corporativa, la creatividad y la innovación se han visto afectados.
En este sentido, de acuerdo con el informe Risk in focus 2022: hot topics for internal auditors, elaborado por 12 Institutos de Auditores Internos de Europa, las personas, la diversidad y la gestión del talento son un riesgo permanente a gestionar, pues no hacerlo puede aumentar la rotación y fuga de personal, el inconformismo o insatisfacción, la falta de colaboración y el sentido de pertenencia.
Sin una adecuada gestión de estos elementos, existe el riesgo de que los colaboradores se desvinculen emocionalmente del propósito de la organización y esto, además de generar impactos en la productividad, eficiencia y logro de los objetivos, puede aumentar el riesgo de fraude y otras conductas inadecuadas que afecten la reputación y el buen nombre de la empresa porque en estos casos, la persona antepone sus intereses personales a los de esta.
Por todo esto, es clave considerar estos riesgos dentro de la gestión de riesgos, además, es importante fortalecer cada vez más la cultura organizacional para prevenir la materialización frecuente de estos y para hacerlo se deben implementar estrategias que favorezcan el compromiso de todos los colaboradores.
Algunas de estas son dar retroalimentación de manera constante, reconocer los logros, tener buenos líderes en los equipos de trabajo, fomentar la gratitud, la confianza y el sentido de pertenencia, trabajar con foco y celebrar las pequeñas victorias. Todo esto contribuye al cuidado de la cultura y por ende, disminuye la fuga de personal y evita comportamientos deshonestos que impacten negativamente a la empresa.