5 pasos para el análisis de riesgo financiero
El análisis del riesgo financiero es la evaluación de la probabilidad de que se concrete una amenaza y de su posible impacto. Por eso es crucial en la gestión de riesgos.
La administración de riesgos financieros consiste en calcular el efecto potencial de un riesgo y su grado de exposición.
Este cálculo no es una tarea fácil, pues un determinado riesgo puede desencadenar muchos efectos. Por ejemplo, una máquina que deja de funcionar no solo genera un daño mecánico que debe repararse. También se interrumpe la producción, se generan pérdidas, se retrasan las entregas y se puede, incluso, llegar a afectar la imagen de la compañía.
¿Por dónde empezar?
El análisis del riesgo financiero de una empresa comienza después de haber identificado todos los posibles eventos de riesgo. En este artículo le explicamos cómo identificarlos.
El análisis tiene como objetivo no solo estimar posibles pérdidas, sino evitar que ellas ocurran.
Por ejemplo, en un análisis de riesgo de crédito, uno de los principales tipos de riesgos financieros, se evalúa la posibilidad de que un deudor no pueda terminar de pagar sus obligaciones. Con esa información, el banco toma medidas para evitar que esto suceda o mitigar en lo posible el impacto.
Es por esa razón que la gestión del riesgo financiero debe tener en cuenta los factores internos y externos que originan las amenazas.
Los factores internos son aquellos que se producen por la propia actividad comercial de la compañía. Una mala administración de caja o problemas en la producción son riesgos que pueden impactar las cuentas y el valor de mercado de una empresa.
Por su parte, los factores externos son las condiciones políticas, económicas o sociales que afectan el desempeño de una empresa, como las crisis económicas, la inestabilidad de las tasas de cambio, las variaciones de una industria o las políticas estatales.
El método más fácil para realizar el análisis del riesgo financiero en una empresa es combinar la probabilidad de que un riesgo ocurra y las posibles pérdidas económicas que se puedan ocasionar.
Una vez identificados los riesgos y después de elegir la herramienta más conveniente para controlar los eventos, la compañía puede decidir si evitar o asumir los riesgos de acuerdo con el nivel de tolerancia y de apetito al riesgo de la compañía.
El grado de exposición al riesgo se mide de manera cuantitativa. En caso de que un evento impacte apenas en un área específica de la compañía, el efecto potencial se puede estimar multiplicando la probabilidad de que suceda el riesgo por el cálculo aproximado de pérdida financiera.
Con el resultado se puede generar un gráfico de funciones que señalaría cuáles riesgos son tolerables y cuáles son potencialmente peligrosos. Así:
Por supuesto, al momento de tomar una decisión, también se deben considerar las tendencias del mercado y las variables macroeconómicas y financieras.
Como son tantas las circunstancias que deben considerarse, el gestor de riesgos financieros puede recurrir a herramientas que detectan el riesgo en tiempo real para facilitar la gestión y tomar medidas preventivas o de mitigación. El software de gestión de riesgos es una de esas herramientas.
El software para administración de riesgos Pirani, disminuye la manualidad de las operaciones y, por lo tanto, la subjetividad del análisis. Por eso, es un aliado eficaz y sencillo en la administración de riesgos financieros. hacerlo con una solución tecnológica te permitirá identificarlos, medirlos, controlarlos y monitorearlos más fácilmente para prevenir su materialización o mitigar su impacto en caso de que ocurran.
Los siguientes 5 pasos gestionar los riesgos financieros:
Paso 1: Identifique riesgos claves
Para iniciar el análisis de riesgo financiero, identifique todos los factores de riesgo que enfrenta su empresa. Esos factores de riesgo incluyen todos los aspectos que afecten la competitividad (costos, precios, inventario, etc.), los cambios en la industria a la cual pertenece la empresa, regulaciones gubernamentales, cambios tecnológicos, cambios en el personal, etc.
Paso 2: Calcule el peso de cada riesgo
Priorizar los riesgos es fundamental para asignar eficientemente los recursos y los esfuerzos. De esa manera podrá crear un plan en caso de que una amenaza se concrete.
Paso 3: Cree un plan de contingencia
Analice qué debe hacer para resolver los riesgos del punto 1 y cree tareas concretas para mitigar los impactos. Recuerde que no todos los riesgos pueden enfrentarse de la misma forma. De hecho, es posible que algunos de ellos no pueda controlarlos. Por eso es preciso que el plan de contingencia se base en el nivel de tolerancia y apetito al riesgo que ha establecido la empresa.
Paso 4: Asigne responsabilidades
Aunque no es posible asignar responsables para cada riesgo, intente en la manera de lo posible que haya una persona encargada de monitorear puntos críticos y su evolución en el tiempo. En este punto, evite centralizar todas las responsabilidades en una sola persona. Delegue las tareas para el personal más adecuado.
Paso 5: establezca fechas de vencimiento
Los planes de mitigación no pueden ejecutarse indefinidamente, pues las amenazas podrían multiplicarse y afectar más procesos. Esto de alguna forma determina las acciones que deben tomarse, pues estas deben basarse en el tiempo necesario para llevar a cabo cada tarea.
Creando una lista de chequeo para gestionar el riesgo, puede comenzar a administrar los riesgos financieros en su empresa. Haga clic abajo y descargue una plantilla gratuita.
Para saber más sobre métodos para identificar y gestionar el riesgo, le recomiendo leer: Coso, una mirada 360° de gestión de riesgos
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