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Componentes del control interno de una empresa

Escrito por Juan Pablo Calle | octubre 06, 2022

Entender los componentes del control interno de una empresa te permitirá diseñar, implementar y operar efectivamente los controles en los procesos de tu negocio. Este artículo profundiza en los componentes clave del control interno y cómo implementarlos eficazmente. 

Tabla de contenido

¿Qué es el Control Interno? 

El control interno es un proceso integral, realizado por las organizaciones para asegurar la efectividad y eficiencia de sus operaciones, también permite demostrar la confiabilidad de su información financiera y el cumplimiento de las leyes y normas que rigen a la empresa en su totalidad.

El sistema de control interno se compone por: ambiente de control, evaluación de riesgo, información y comunicación, monitoreo y control de actividades.

Si estás pensando en implementar herramientas de control interno para tu organización, debes tener en cuenta que su objetivo es prevenir fraudes y proteger los activos para garantizar la precisión de los registros contables y mejorar la efectividad de las operaciones. Sin duda son muchos los beneficios de tener en cuenta estas medidas. 

Componentes del control interno

Tienes que saber que el sistema de control interno cuenta con 5 componentes, que garantizan su correcta ejecución, aquí te los detallaremos cada uno para que puedas conocer cuáles son y poder aplicarlos en tus labores diarias.  

  1. Ambiente de control interno

    La estructura del control interno de una empresa comienza por el ambiente de control interno, que es la actitud de una compañía frente a los procesos de auditoría y a los controles en el interior de la empresa.

    Existen varios elementos que debe tener un ambiente de control interno: la filosofía de la administración frente a la gestión de riesgo, el nivel de apetito al riesgo, un directorio comprometido, la integridad y los valores éticos, una estructura organizacional sólida y una adecuada asignación de funciones. Incluso, los sistemas mejor diseñados para gestionar el riesgo pueden fallar cuando la organización no cuenta con políticas estructuradas que establezcan directrices claras.

  2. Evaluación de riesgo

    Entre los componentes del control interno de una empresa se encuentra la evaluación de riesgo. Esta consiste en la identificación de puntos claves en los procesos de la compañía en los que es fundamental llevar a cabo un control exhaustivo. Aquí el oficial de cumplimiento debe preguntarse qué es lo que está saliendo mal para completar un análisis formal de la evaluación de riesgo, además, debe examinar en detalle las diferentes fases del negocio. Esto se puede hacer a través de diagramas de flujo y de la descripción minuciosa, uno a uno, de los procesos de la empresa.

  3. Información y comunicación

    La información y la comunicación forman parte de las características del control interno de una empresa. Ambos conceptos aluden al proceso de recopilar y distribuir información relacionada con los mecanismos de control a través de todas las dependencias de la entidad. Este proceso se hace efectivo cuando incluye sistemas de información que transmiten a cada funcionario las nociones básicas del manejo interno de los proyectos y de los procesos.

    La información y comunicación comprende los manuales, el entrenamiento grupal, las campañas de divulgación y todas las maneras de difundir las actividades de control dentro de la compañía.

  4. Monitoreo

    Otro de los componentes del control interno de una empresa es el monitoreo, que se refiere al mecanismo de auditoría por medio del cual se detectan fallas, se comprueba que los sistemas de control interno estén efectivamente diseñados y que continúen operando de manera adecuada.
    Un monitoreo apropiado pone a prueba las actividades y los procesos de control existentes para hacerles seguimiento a los cambios del negocio. El monitoreo implica también contar con un proceso para comunicar de manera oportuna cuáles controles no están siendo efectivos. De esta manera los miembros de la compañía pueden entender a tiempo cuándo se debe cambiar el rumbo.

  5. Control de las actividades

    Esta característica del control interno comprende las actividades que realiza el personal de una compañía para asegurarse de que los controles están surtiendo efecto. Estas actividades están diseñadas para abordar los eventos que se encontraron al evaluar el riesgo, para luego implementar las mejoras y monitorear su funcionamiento.

Si quieres conocer los elementos que permiten tener un buen funcionamiento del ambiente de control interno, te dejamos un vídeo que te puede interesar:

 

Evita riesgos con un buen control interno

A continuación te mostraremos cómo un sistema robusto de control interno puede ayudar a mitigar riesgos de diferentes tipos: 

  • Riesgos estratégicos, técnicos, legales y operativos

    Los riesgos estratégicos pueden surgir de decisiones de negocio mal informadas, mientras que los riesgos técnicos pueden involucrar fallos en la infraestructura tecnológica. Los riesgos legales están asociados con el incumplimiento de leyes y regulaciones, y los riesgos operativos con fallas en los procesos internos. Un sistema fuerte permite anticipar y manejar estos riesgos de manera eficaz. 

  • Fraudes Internos y Externos

    La implementación de controles internos rigurosos es esencial para prevenir tanto el fraude interno como el externo. Esto incluye la segregación de funciones, la auditoría continua y el monitoreo de actividades sospechosas, lo cual reduce significativamente las oportunidades para que ocurran fraudes. 

  • Dependencia de personal en áreas especificas

    Un control interno eficiente también aborda la dependencia excesiva en personal clave dentro de áreas específicas. Estableciendo procedimientos claros y documentados, se asegura de la continuidad del negocio, la mitigación de riesgos asociados con la salida inesperada del personal clave.
     
  • Fuga de información sensible 

    Los controles internos incluyen medidas de seguridad como la encriptación de datos, el control de accesos y la auditoría regular de sistemas, lo que ayuda a prevenir la fuga de información y garantiza la confidencialidad de los datos empresariales. 

Ahora ya sabes que un sistema de control interno no sólo mejora la eficiencia operativa, sino que también permite fortalecer la confianza de los stakeholders al garantizar la transparencia y la integridad de la información financiera. Implementar estos controles es una inversión estratégica que contribuye a la sostenibilidad y la continuidad del negocio. 

Además, si haces una buena gestión de riesgos mediante un control interno que sea robusto permite que tu empresa se adapte más rápido a cambios en el entorno regulatorio y económico. Esto potencia la capacidad de respuesta ante cualquier eventualidad, fortaleciendo la resiliencia organizacional. 

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¿Para qué sirve un sistema de control interno? 

Un sistema de control interno es fundamental para garantizar que una organización opere de manera eficiente, cumpla normativas aplicables y proteja sus activos contra riesgos como fraudes, errores y pérdidas. Su propósito principal es establecer procedimientos y políticas que aseguren el cumplimiento de objetivos estratégicos, operativos y financieros. Además, proporciona confianza a los stakeholders internos y externos, como la junta directiva, empleados, clientes e inversionistas sobre la estabilidad y transparencia de la organización.

El control interno también es clave para detectar áreas de mejora, optimizar procesos y fortalecer la cultura organizacional, promoviendo la ética y el cumplimiento. En resumen, un buen sistema de control interno no sólo previene problemas,  sino que también impulsa el crecimiento sostenible. 

5 objetivos de un sistema de control interno

Un sistema de control interno bien implementado tiene como meta alcanzar los siguientes objetivos: 

  • Eficiencia y eficacia operativa: Garantiza que los procesos internos se ejecuten de manera óptima, minimizando errores y costos innecesarios.
  • Confiabilidad de la información financiera: Asegura que los datos financieros reflejen con precisión la situación de la organización, favoreciendo decisiones informadas. 
  • Cumplimiento normativo: Ayuda a cumplir con leyes, regulaciones y políticas internas, reduciendo riesgos legales. 
  • Protección de activos: Resguarda los recursos físicos, financieros y humanos frente a fraudes, robos o mal manejo 
  • Gestión de riesgos: Facilita la identificación, evaluación y mitigación de riesgos internos y externos, fortaleciendo la resiliencia de la organización. 

Qué es el MECI y sus 5 componentes

 El MECI (Modelo Estándar de Control Interno) es un marco normativo adoptado en varios países, especialmente en el sector público, para fortalecer la gestión y garantizar la transparencia administrativa. Sus cinco componentes son: 

  • Ambiente de control: Representa la base del sistema, abarcando los valores éticos, la estructura organizacional y las políticas que sustentan una cultura de integridad
  • Gestión de riesgo:  Incluye la identificación, análisis y respuesta a los riesgos que pueden afectar el cumplimiento de objetivos. 
  • Actividades de control: Se refiere a las políticas y procedimientos implementados para mitigar riesgos y garantizar el cumplimiento de procesos. 
  • Información y comunicación: Asegura que los datos relevantes sean generados, compartidos y comprendidos por todas las partes interesadas.
  • Supervisión y evaluación: Monitorea y ajusta el sistema de control interno mediante auditorías y revisiones periódicas. 

El MECI busca promover la responsabilidad y mejorar el desempeño institucional, haciendo énfasis en la mejora continua.

Instrumentos del control interno

Los instrumentos de control interno son herramientas y mecanismos que permiten implementar y evaluar el sistema de control interno. Algunos de los más comunes incluyen: 

  • Manuales de procedimientos: Documentos que describen de forma detallada los pasos necesarios para ejecutar cada proceso dentro de la organización 
  • Indicadores de gestión: Métricas que miden el desempeño y permite evaluar si se están cumpliendo los objetivos establecidos
  • Auditorías internas: Revisión sistemática y objetiva de procesos para garantizar el cumplimiento de las políticas y normativas. 
  • Mapas de riesgos: Herramientas visuales que identifican los riesgos asociados a cada proceso y las medidas para mitigarlos. 
  • Software de gestión: Soluciones tecnológicas que automatizan tareas relacionadas con la supervisión, análisis y seguimiento de los controles internos. 

Estos instrumentos son esenciales para estructurar y mantener un sistema de control interno eficiente, adaptado a las necesidades de cada organización.

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¿Qué tal te pareció este artículo sobre los componentes que debe tener un sistema de control interno eficaz en una empresa? Déjanos tus comentarios y cuéntanos si ya aplican esto en tu organización.