Dentro de los eventos externos a los que está expuesta una organización se encuentran los desastres naturales como los terremotos, inundaciones, huracanes, incendios forestales, deslizamientos de tierra, tsunamis, entre otros, que es fundamental gestionar oportunamente para poder mitigar los impactos que tendrían en el recurso humano, la operación y la continuidad del negocio.
A continuación podrás conocer cómo en tu organización pueden gestionar y prepararse lo mejor posible para hacerle frente al riesgo de desastres naturales, que teniendo en cuenta la crisis climática actual, cada vez son más probables y frecuentes.
De acuerdo con la Oficina de la Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, UNDRR por sus siglas en inglés, el riesgo de desastres consiste en la probabilidad de pérdida de vidas, lesiones o daños a los activos que pueden ocurrir en una sociedad o comunidad en un período de tiempo específico y que está determinado por el peligro, la exposición, la vulnerabilidad y la capacidad de respuesta.
Conociendo esto, así como los organismos gubernamentales trabajan para prevenir y reducir el riesgo de desastres en las comunidades, es importante que las organizaciones del sector privado incluyan dentro de la gestión de sus riesgos este riesgo con el objetivo de garantizar la seguridad y la vida de los empleados, proteger los activos tangibles e intangibles, lograr la continuidad del negocio ante la materialización de amenazas naturales como sismos, inundaciones, sequías, entre otras, así como disminuir los daños causados por estas.
En general, la gestión del riesgo de desastres es un proceso que tiene que ver con identificar, evaluar, planear, mitigar y monitorear acciones que por un lado sirvan para prepararse y proteger a la organización, buscando evitar que el riesgo se materialice; y por otro lado, en caso de presentarse, que permitan manejar la situación lo mejor posible y poner en marcha la recuperación luego del desastre, que en muchos casos puede implicar reconstrucción.
Teniendo en cuenta lo anterior, para una adecuada gestión del riesgo de desastres en tu organización, es importante:
Como en todo proceso de gestión de riesgos, lo primero es identificar los riesgos y amenazas asociadas a eventos naturales que podrían materializarse y causar impactos en la organización. Según la zona geográfica en la que estén ubicados pueden considerar situaciones externas como terremotos, inundaciones, ciclones y huracanes, deslizamientos, incendios forestales y sequías.
Después de identificar los riesgos de desastres naturales a los que la organización está expuesta, hay que evaluar la probabilidad de que se presenten y evaluar el impacto que cada uno de estos podrían tener en el recurso humano, los activos, así como en el entorno en el que está la organización. Esto es clave porque permite priorizar unos riesgos sobre otros y así, poder establecer las medidas de control y mitigación más adecuadas.
En el caso de México, por ejemplo, al estar ubicado en el Cinturón de Fuego, que es donde más se presentan movimientos telúricos en el mundo, la probabilidad de que las empresas se vean afectadas por un sismo es muy alta, por eso, es crucial tomar medidas para estar preparados cada vez que ocurra uno.
Planificar la gestión significa estructurar y desarrollar planes y estrategias que sean útiles para prevenir, estar preparados, dar respuesta y poder recuperarse (ser resiliente) ante la materialización de un desastre. Es importante que estos planes y estrategias sean fáciles de ejecutar y puedan tener una alta efectividad, pues se trata de proteger a los empleados, los activos tangibles e intangibles y en últimas, el patrimonio de la organización.
En este punto se deben establecer las medidas de control que sirvan para reducir las vulnerabilidades y mitigar el riesgo de desastres naturales, es decir, fortalecer la capacidad que tiene la organización para responder efectivamente ante la materialización de estos.
Son muchas acciones de control las que se pueden implementar, por ejemplo, mejorar los sistemas de alerta temprana, realizar mantenimiento preventivo en la infraestructura, capacitar a los empleados en cómo deben actuar en caso de un evento natural adverso.
Al igual que en la gestión de otro tipo de riesgos, el riesgo de desastres debe ser monitoreado de manera periódica, es decir, tanto los planes y controles que se implementen para estar preparados y hacerle frente al riesgo en caso de presentarse sí sean efectivas y sirvan para responder ante estos, de no ser así, poder hacer los ajustes necesarios a tiempo. Hacer este seguimiento es clave para evitar que las medidas se queden cortas o sean obsoletas a la hora de actuar en una emergencia o desastre de índole natural.
Para lograr un mejor control del riesgo de desastres naturales en las organizaciones, es importante conocer y poner en marcha medidas específicas de prevención según el tipo de evento y para después de que ocurra el evento.
Estas son algunas acciones que puedes tener en cuenta para implementar en tu organización frente a un sismo o un terremoto, una inundación, un ciclón o un huracán.
¿Agregarías otra medida importante para antes o después de la materialización del riesgo de desastre natural en tu organización? Déjanos tus comentarios.
Por último, ten en cuenta que a través del sistema de gestión de riesgos ORM de Pirani en tu organización pueden gestionar de manera simple y eficiente el riesgo de desastres naturales. Con este sistema van a poder identificar y evaluar los riesgos en su probabilidad e impacto, establecer controles, realizar monitoreo periódicamente y mucho más.
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