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Incluya en su plan el mapa de riesgo estratégico

Escrito por Deicy Pareja | octubre 20, 2020

Como su nombre lo dice, los riesgos estratégicos podrían afectar los objetivos estratégicos de la compañía, y por ende, el aparato financiero. Los riesgos pueden traer incertidumbre, pero también oportunidades, dependiendo de la gestión que se le dé a las amenazas.

Precisamente, una organización puede enfrentar distintas incertidumbres, pero si no las analiza, estas pueden desencadenar en un daño irreversible; mientras que si conoce sus riesgos, los estudia y gestiona, no solo tendrá tiempo de evitarlos o mitigarlos, sino también de convertirlos en oportunidades.

Una de las claves para conocer los riesgos estratégicos que pueden afectar los objetivos empresariales es elaborar un mapa de riesgos, una herramienta que se construye con distintas fuentes de información  y que se convierte en una guía para identificar los riesgos a los que estaría expuesta la compañía; califica y cuantifica la probabilidad de esos eventos y mide el daño, así como la probabilidad de ocurrencia.  

De acuerdo con la tesis ‘Mapa de Riesgos: Identificación y Gestión de Riesgos’ de la Universidad de Coruña (España), escrita por Manuel Rodríguez López, Carlos Piñero y Pablo de Llano, un mapa ayuda a realizar un seguimiento de las vulnerabilidades clave y, en este sentido, puede facilitar el desarrollo de estrategias concretas para prevenir el fracaso financiero. Para saber más, lee 5 pasos para hacer un mapa de riesgos. 

La tesis detalla que “el mapa cartografía, los lugares en los que radica el riesgo, y las vías a lo largo de las cuales este riesgo puede manifestarse o contagiarse: vincula los procesos de negocios con sus correspondientes riesgos, permite trazar las causas de un evento en concreto y ayuda a evaluar su impacto a lo largo de la organización”.   

El mapa ayuda a visualizar la magnitud de los riesgos, a verlos con un ángulo de 360° con el propósito de trazar estrategias adecuadas para su manejo. Estos mapas pueden presentarse con datos o gráficos.

A continuación verá dos ejemplos:

Los riesgos altos se clasifican con color rojo; los medios altos, con naranja; los medios, con amarillo y los que son bajos, con verde.

Las gráficas ayudan a tener una mejor comprensión de la situación de riesgos de la empresa y sirven para dar información global o discriminada por áreas de la compañía con el fin de trazar prioridades para el manejo de riesgos.

Antes de construir el mapa, los gestores deben identificar los posibles riesgos a los que está expuesta la compañía y realizar un inventario de los mismos para describir cada uno, teniendo en cuenta su impacto y consecuencias para priorizar las acciones que se van a implementar.  Para saber más, lee: evalúe el apetito de riesgo de su compañía

Un gestor de riesgo debe analizar el contexto con información tanto interna como externa de la compañía. La interna tiene que ver con las estrategias y objetivos, mientras que la segunda tiene en cuenta, por ejemplo, aspectos políticos, geopolíticos y económicos de la zona donde está ubicada la  industria.

Elaborar el mapa de riesgo ayuda a Identificar eventos potenciales que podrían afectar a la organización y su permanencia en el mercado, ayuda a anticiparse a situaciones adversas, evitar o mitigar un evento. Asimismo, la protege de desequilibrios, causados por una suma de errores. Lee: Mapa de calor, una herramienta para optimizar la gestión de riesgos. 

Elaborar el mapa de riesgos promueve el trabajo en equipo de una organización, hay mayor nivel de responsabilidad, colaboración y conciencia. Además, la información se centraliza y no está fragmentada, por lo que todos van tras el mismo objetivo.